Las personas cuando comienzan a vivir en pareja tienden a experimentar una gran ilusión y a poner grandes expectativas en el nuevo proyecto de vida que están iniciando.

Sin embargo, como ocurre en la vida, las personas y más en concreto las parejas evolucionan y atraviesan diferentes fases a lo largo de la relación, donde pueden originarse dificultades.

Mucha gente es escéptica a la hora de realizar una terapia de pareja o se preguntan incluso si va a servir de algo ponerse en manos de un psicólogo especializado.

¿Qué motivos pueden tratarse a través de una terapia de pareja?

Uno de los principales problemas que surge en la convivencia es la falta de comunicación o en su defecto, una comunicación ineficaz. En la mayoría de los casos, comienzan las discusiones, una falta de escucha activa y de empatía que genera reproches, malentendidos, incluso se genera un ambiente hostil. No obstante, también hay parejas que no discuten sino que terminan no hablándose imperando la indiferencia y el desinterés por la otra persona.

Cuando no se pasa tiempo juntos, o las muestras de cariño, apoyo y valoración comienzan a escasear estamos ante un problema de escasez de intercambios positivos. Es muy importante sacar tiempo para realizar actividades y compartir aficiones juntos. La falta de atención por una de las dos partes puede verse representada como una respuesta de falta de muestra afectiva.

Los problemas sexuales pueden ser el detonante. Cuando las relaciones íntimas no resultan satisfactorias, la pareja puede verse afectada. La rutina, la falta de pasión, la monotonía, incluso si alguno de los dos sufre una disfunción sexual las relaciones sexuales se ven perjudicadas.

Los temidos celos y la aparición de la desconfianza suelen ser la causa principal de los problemas de pareja a pesar de que no haya habido una infidelidad por ninguna de las dos partes. Sin embargo, cuando se fractura la confianza, el daño comienza a hacer mella. Pero acudiendo a terapia de pareja, tu relación puede verse fortalecida.

Puede ocurrir también que alguno de las dos personas tenga problemas psicológicos. Lo más habitual es que sea un trastorno depresivo o de ansiedad debido al estrés laboral. Aunque puede deberse a un problema de adicciones o un amplio abanico de trastornos que pueden favorecer una ruptura en la pareja.

Como mencionamos con anterioridad, las parejas pasan por diferentes etapas vitales y hay que saber gestionar los cambios que se van produciendo en cada una de ellas. Por ejemplo, la llegada de los hijos, un nuevo trabajo, una mudanza, las relaciones con la familia política, problemas económicos, diferencias en la filosofía de vida, problemas laborales, etcétera…

Cada vez es más frecuente que las parejas busquen apoyo en la terapia de pareja para abordar sus dificultades. Sin embargo, no es necesario esperar que aparezcan estos problemas para acudir a consulta.

Desde Psico Libera os animamos a que vengáis a visitarnos, ¡os esperamos!